Tras reprogramar su primer concierto por el retraso en la llegada de su equipo técnico, Paul McCartney descansó en el Hotel Ritz, donde se hospeda, y logró recorrer el Parque Bicentenario en bicicleta. Además, salió a comer con su esposa y músicos en un restaurante de Vitacura.

Salió a cenar con su mujer y parte de su equipo al restaurante Da Carla, en el sector de Nueva Costanera en Vitacura. McCartney, vegetariano fervoroso, pidió ajos asados, minestrone, ensalada de espinacas crudas y pasta integral con salsa de tomates. También probó "capellacci de castello", una pasta rellena con queso mascarpone y zapallo cubierta con trufa.
Sus fanáticos, que ya se agolpan afuera del hotel Ritz-Carlton, donde se hospeda, no lo vieron salir ni se enteraron de su paseo en bicicleta, por lo que permanecieron allí por si volvía pronto.
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