Cuando era joven en vocalista de los Pixies Charles Thompson estaba determinado a poder entrar al club selecto de las estrellas de rock.
"Eso nos inspiró desde antes de que fuéramos rockeros", dijo Thompson, cuyo nombre artístico es Black Francis. "A sí nos volvimos rockeros... por la idea de estar en ese club".
Pero incluso para una banda tan influyente y reconocida como los Pixies, poder entrar a los clubs significa mantenerse vigentes. Y eso puede ser complicado.
¿Cuántas giras de grandes éxitos puede hacer una banda antes de convertirse en un grupo de artistas que viven de la nostalgia? ¿En qué momento deben volver a prenderse los motores de la composición para reafirmarse ante las nuevas generaciones?
En el caso de los Pixies, que se desintegraron en 1993 y se volvieron a juntar en 2004, la última década ha estado marcada por lo que Thompson califica como "una interminable vuelta al escenario para presentar una pieza más de nuestro repertorio", y sólo habían tenido una canción nueva, "Bam Thwok" (lanzada en 2004), para mostrar.
"Es muy fácil distraerse por cualquier otro tipo de ambiciones, como grabar un disco y componer nuevo material, porque constantemente estamos haciendo giras y descansando de estas giras", dijo Thompson durante una visita reciente a Nueva York.
Todo cambió a finales de junio, cuando un video para una nueva canción, "Bagboy", apareció en internet sin previo aviso. Unas pocas semanas después el grupo sorprendió a sus admiradores con cuatro nuevas canciones lanzadas bajo el título de "EP-1" y el anuncio de una gira internacional. El lunes la banda agregó otras 33 ciudades a la gira que arrancará el 15 de enero en Toronto.
La banda no hizo escándalo a propósito. Las nuevas canciones no se filtraron en internet, no hubo bombo y platillo antes del lanzamiento y ninguna disquera comenzó a distribuirlas. El baterista de los Pixies, David Lovering, quien también es mago, relacionó la emoción que tuvieron como resultado como si se tratara de un acto de magia.
"Como mago lo mejor es el elemento sorpresa", dijo Lovering. "Quieres que haya asombro... como cuando ya va a ser Navidad".
La mayor sorpresa llegó dos semanas antes del lanzamiento de "Bagboy" cuando la banda anunció la salida de la bajista Kim Deal, quien había estado con el cuarteto de Boston desde su creación en 1986. Su voz suave y adorable presencia en el escenario eran el contraste a la fuerza impulsiva de Thompson.
Deal les dio la noticia a Thompson y al guitarrista Joey Santiago en una cafetería, cuando todavía estaban grabando sus piezas.
"Creo que Joey y yo nos levantamos inmediatamente y nos fuimos a tomar a una cantina ... para pasar el shock que acabábamos de tener", dijo Thompson.
La banda tenía otras cuatro semanas programadas en el estudio y una decisión por tomar.
Tras su periodo de duelo, siguieron con la producción.
"Nos dieron toda la iniciativa y el impulso", dijo Lovering.
Los Pixies pidieron ayuda a Simon Archer para que tocara el bajo en las canciones que quedaban por hacer y después reclutaron a Kim Shattuck de la banda Muffs, de Los Angeles, para que fuera su bajista en la gira.
Las nuevas canciones son tremendamente pegajosas, y tienen más énfasis en la estructura de una canción tradicional y menos en la naturaleza frenética de sus primeras piezas. "Andro Queen" y "Another Toe" son más cercanas al punk clásico, mientas que "Indie Cindy" y "Bagboy" se parecen a la fórmula clásica de los Pixies, con los sermones sorprendentes de Thompson y sus cambios raros.
En general en las nuevas piezas está ausente el ritmo intermitente entre la fuerza y lo tranquilo, con versos cortos y coros contagiosos que definió el sonido de los Pixies. Thompson dijo que nunca entendió por qué se ha dicho que crearon una técnica musical con él.
"Me imagino que no había mucho de eso en otros discos que se lanzaban en la época", dijo. "Y por eso el nuestro destacó".
Aunque los Pixies nunca han sido del gusto de la mayoría de la población estadounidense, el impacto de la banda no puede ser negado. Artistas como de Weezer David Bowie y U2 suelen mencionarlos como una influencia.
Kurt Cobain, probablemente el más famoso admirador del grupo. En numerosas ocasiones dijo cómo usó como modelo el estilo musical de los Pixies para desarrollar las piezas de Nirvana. Tras el éxito de "Smells Like Teen Spirit", los integrantes de Nirvana también recordaron en varias entrevistas que al principio pensaban guardarla en el cajón porque sentían que sonaba mucho como si fuera de los Pixies.
"Claro, ellos nos embaucaron", bromeó Santiago.
El impacto que tengan los Pixies en una nueva generación de músicos se seguirá notando mientras sigan de gira y lancen nuevas canciones, que según ellos vienen en camino pero bajo sus propios términos. Por ahora Thompson mantiene sus planes en secreto.
"Si le digo a todos cómo vamos a conquistar el mundo", dijo. "Alguien más nos va a robar la idea y ellos lo conquistarán".
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