ALICE COOPER: “LADY GAGA ME DIO LAS GRACIAS POR COPIAR MI SHOW”

En el mundo del rock pesado, Alice Cooper (63) transita por la vereda de los cerebrales. Mientras algunos fueron hundiendo sus carreras en los excesos, el hombre ha sabido poner breves, pero necesarias pausas a una de las trayectorias más prolíficas del género, logrando escapar al alcoholismo y acercándose a una vida relajada.

La prueba máxima de eso fue cuando vino por primera vez a Chile, en 1995. En medio de su estrecha agenda (apenas estuvo una noche), se las arregló para jugar golf en el Country Club. “Es un lugar muy antiguo y agradable. Pensé que iba a ver más influencia española en Chile y en realidad me recordó a Toronto o a una ciudad europea. Lo pasamos bien, la gente estaba muy pendida”, recuerda al teléfono desde su apacible casa en Phoenix, Arizona.

El más teatral de los rockeros de esa época aterrizará por segunda vez en Santiago el próximo 26 de mayo (Teatro Caupolicán) con un show que él mismo define como “más pesado que de costumbre”. “Tengo una banda con tres guitarristas, estamos estirando un poco las canciones. Hacemos ‘Feed my Frankestein´ y muchas de las canciones más pesadas, pero también ‘Poison´, ‘School’s out, Eighteen´, todos los hits. Cuando hacemos shows grandes dependemos más del sonido. En Santiago vamos a hacer algo bien teatral”, cuenta.

-¿Qué trucos traes para tu show?

-No hemos decidido aún si me van a colgar de una soga o a cortarme la cabeza, es algo que vamos a ver en el ensayo previo, jejé. Pero tenemos tres o cuatro cosas que nunca hemos hecho antes. No quiero matar la sorpresa, pero son buenos trucos.

-Siempre sorprendes con algo. Se acaba de anunciar que harás en Inglaterra un show en cuatro dimensiones. ¿Cómo es eso?

-Es muy interesante. Para ser honesto no sé detalles, excepto por el hecho de que va a ser filmado en Los Angeles en 3D y se va a mostrar en Londres. Sólo nos dijeron que no podemos vestirnos de negro, porque va a haber un croma atrás. Es algo que nadie ha hecho antes, entonces suena muy bien.

-Dicen que la cuarta dimensión es una especie de holograma. ¿Pretendes llevar ese espectáculo a otros países?

-Lo del holograma suena aún más interesante. Estaremos tocando en tu living entonces, jeje. Para nosotros es una cosa de una sola vez, pero queríamos ser los primeros en hacerlo. No me han explicado bien la técnica, pero ya tengo una idea de cómo puedo vestir. Siempre es interesante hacer algo que es una idea nueva. Somos una banda sin miedo a probar cosas nuevas.

-Hace poco fuiste a un concierto de Lady Gaga. ¿Qué piensas de ella?

-Sí, quería ver su show, porque había oído mucho hablar de él. Tengo que ser honesto: no es mi tipo de música, pero su show fue increíble. Es una intérprete muy diferente: canta, toca el piano, escribe sus temas. Es muy original. Hace todo ella misma. Está lleno de divas a las que les escriben las canciones, les hacen las coreografías, les hacen todo. Pero Gaga hace todo sola. Después del concierto fui a saludarla y ella me dio las gracias por copiar mi show, jajajá. Yo le dije: “Tranquila, puedes estar influenciada por lo que hacemos nosotros, pero ya creaste tu propio personaje”. 

-Ella insinuó que le gustaría trabajar contigo en el futuro -Creo que deberíamos escribir o filmar algo juntos. Creo que tiene un montón de buenas ideas. Tiene un gran sentido de lo teatral y no hay mucha gente que tenga eso. 

-¿Ves a algún artista nuevo que te interese?

-Siempre soy parcial con las bandas de garage. Me gustaban mucho los White Stripes (se acaban de disolver). También me gustan los Strokes. Rocanrol real. Todavía escucho a los Rolling Stones y a The Who. No me gustan mucho las bandas tan producidas. Foo Fighters sí me gustan, son un rocanrol bien energético.

-¿Y las bandas de heavy metal?

-Algunas son creativas, pero hay otras que son iguales a las demás. Pasa mucho con el metal y con el hip hop. Sólo cuando aparece un tipo como Eminem, que suena completamente diferente, ves que hay algo ahí. Yo busco algo más creativo. Por eso prefiero más a una Lady Gaga que a una Britney. 

-Hace poco entraste en el Paseo de la Fama del rocanrol. ¿Cómo estuvo eso?

-Lo mejor de todo es que se sentía como una graduación. Los que votaron por mí eran como mis profesores. McCartney, Mick Jagger, Jeff Beck... Es como esa noche especial en que recibes tu diploma, jajá. Suena raro, pero así me sentí.

-Ahora vives en Phoenix, pero en tus inicios, a fines de los 60, te puliste en Detroit. ¿Crees que había algo especial ahí?

-Crecí con Iggy Pop y con los MC5. Entre 67 y el 69 eramos unos niños. Tocábamos en los mismos bares y festivales. Para mí es fantástico que Iggy siga tocando. Muchas de esas bandas siguen trabajando. Rolling Stones, Jeff Beck, Rod Stewart, Elton John... No sé si van a ver eso otra vez. Ahora cuando ves a las bandas de hoy no te da la sensación de que estén tocando en treinta años más. No me quise retirar a los 35, tampoco a los 50 y ahora que tengo 63, menos. Estoy listo para salir de gira. Trabajo seis meses y los otros seis me tomo descanso. Pero en la mitad en que estoy de gira es cuando me siento más vivo.

-Imagino que eso lo veremos en tu show. ¿Algún adelanto?

-Llevo mucha sangre, así que tengan cuidado que les puede saltar en la cara.