Poco falta para el nuevo y más importante desembarco que haya hecho Iron Maiden en suelo local. La banda, que por estos días ya inició su periplo sudamericano, trae esta vez su portentosa gira “The final frontier”, en la que presentan su disco 2010 del mismo nombre. Y con la que se tomarán el Estadio Nacional, el escenario cúlmine de los espectáculos de este país, el 10 de abril. La cita está llamada a ser algo así como la revancha histórica de miles de seguidores de un género que hace dos décadas, literalmente, estaba prohibido para los grandes escenarios chilenos.
Lo bueno es que ya ha pasado agua bajo el puente y cinco actuaciones de la banda en Santiago, así que ahora Bruce Dickinson, el emblemático vocalista del sexteto, deja por un rato en piloto automático el avión Ed Force One, que conduce transportando al conjunto, y le cuenta a Terra los alcances de esta visita: “Hemos decidido cambiar el repertorio un poco, obviamente podemos tocar más canciones del nuevo álbum, porque ahora ya las conocen. Estaremos tocando 5 canciones del nuevo álbum y además agregaremos los viejos favoritos, ya que estaremos tocando frente a un público más masivo y encontramos que sería algo bueno. Pueden esperar una buena mezcla de lo antiguo y lo nuevo, tenemos 3 o 4 canciones antiguas y 4 nuevas, por lo tanto casi la mitad del set ha cambiado”.
- Iron Maiden ha pasado por muchas etapas en su carrera, ¿cómo describirías la actual? “The Final Frontier” habla del futuro, ¿sientes que la banda está entrando del mismo modo en una nueva era?
- Es muy buena pregunta y la verdad es que no sé la respuesta. Lo que te puedo decir es que lo estamos viviendo de gira en gira, álbum en álbum, ¿si habrá otro álbum? Sí, estoy seguro que sí lo habrá, no puedo pensar en ninguna razón por la cual no lo haríamos. Depende de qué nos guste como individuos y lo que todos queramos hacer. No puedo pensar en por qué no querríamos seguir en el tour, pero nunca se puede descontar esa probabilidad, creo que cada gira es un plus y una bendición para nosotros y probablemente para nuestros fanáticos. Mientras sigamos sonando bien, no veo por qué debamos parar, aunque nunca se sabe.
- Han recorrido prácticamente el mundo entero con su música, ¿sienten que les queda algún objetivo por lograr?
- Mientras tocamos en más países, nos damos cuenta que hay muchos más en los que no hemos tocado. Jakarta fue excelente, nos falta tocar en Corea. Y Singapur fue una revelación, nunca había ido. Hay tantos lugares donde nos falta tocar: China claramente es uno importante, y mira el tamaño de Rusia, hay muchos lugares en Rusia que no hemos logrado visitar todavía, el concierto en Moscú estuvo genial. Creo que los países comienzan a dar un giro, como el Medio Oriente, que se encuentra con disturbios en este momento. Comienzan a resurgir de este tipo de dictaduras que controlaron a los países por 40, 50 años y ojalá puedan resurgir como una democracia emergente. Bajo esas circunstancias, Maiden tiene un punto de apoyo. Sabemos que tenemos muchos fanáticos en Irán, sabemos que tenemos muchos fanáticos en Egipto, en Libia no sabríamos decir debido al antiguo régimen tomando control del país, y en Marruecos también. Sería fantástico poder ir a todos estos lugares e involucrarse, pero sólo el tiempo lo dirá. Obviamente no podemos ir si no es seguro, pero estamos muy emocionados por poder tocar en nuevos lugares.
- Respecto de lo que dices, Iron Maiden es parte fundamental e histórica del ingreso del heavy metal a culturas del Medio y Lejano Oriente, donde no llega casi nada de música occidental. ¿Cómo ves ese hecho y a qué crees que se debe?
- Una de las grandes cosas de la música de Maiden es que lidiamos con historia, alegoría, y mundos que estuvieron en el pasado, pero que siguen relevantes. Logramos tocar muchas bases y por lo tanto logramos una permanencia con muchas personas sin importar su religión ni de qué país son. Parece existir una tendencia de personas que son susceptibles a la música de Maiden y afortunadamente parece ser bastante universal. Uno no tiene que ser un hombre caucásico de Norteamérica o Europa para escuchar la música de Maiden: estuvimos en Asia y sospecho que cuando lleguemos a China, probablemente con un choque de terror de las autoridades, que miles y miles de jóvenes chinos querrán estar en el concierto de Maiden. Seguramente los de las autoridades se volverán locos, pero bueno… que se acostumbren.
- Eso nos suena familiar. ¿Crees que el heavy sigue siendo un elemento de escándalo y rebeldía para los poderes e instituciones, como era en sus inicios? ¿O ya pasó a ser aceptado y tomado como entretenimiento?
- Sí, supongo que cuando apareció el heavy metal durante la década de los 70 se convirtió en algo aterrador y escandaloso. Kiss tuvo mucho que ver con eso. Y después terminaron convirtiéndose en figuras de comics, lo cual cambió mucho. Supongo que depende de las razones por las que uno quiere estar en este negocio. Es obvio que si tienes a muchos chicos embriagándose y drogándose, ciertas cosas van a suceder. No tienes que estar en una banda de heavy metal para que eso ocurra. Pero mientras han pasado los años, recordamos por qué nos metimos en esto desde un principio, y personalmente es porque me gusta estar en el escenario: contar historias y crear imágenes en las cabezas de otros. Leo artículos sobre personas en bandas influyentes que comenzaron esto por las mujeres, pero yo no concuerdo. No me fijé en esto por las mujeres, lo hice porque me encanta crear música. Como resultado de estar en una banda, sí aparecieron las mujeres y pensé, “bueno, genial”, pero terminan siendo irrelevantes en cuanto al tema principal, y eso termina siendo la música. Todo lo demás, las fiestas y todo eso, termina siendo periférico. Puede que sea agradable y puede que no, pero qué importa, lo principal para mí siempre ha sido la música y puede que suene serio, pero así es.
- Hace 19 años no les permitieron ni siquiera tocar en Chile y ahora deben ser el grupo metalero con más arrastre en el país. ¿Cómo sientes la relación con la fanaticada de acá?
- En Chile tuvimos una relación complicada, no con los fanáticos, sino con las autoridades y las iglesias de aquella época. La situación no es la misma ahora, cada vez que vamos a Chile queremos quedarnos por más tiempo porque nos gusta mucho, y eso haremos durante este tour también. El último concierto que dimos en Chile estuvo fantástico y absolutamente impresionante. Estamos muy entusiasmados por volver.
- No hay Iron Maiden sin “Eddie”, su sempiterna mascota y casi el séptimo integrante de la banda. Esta vez han anunciado un nuevo Eddie, ¿qué novedades tiene?
- Sí, tenemos un nuevo Eddie, el principal aspecto es que determinamos que queríamos un Eddie más realista en comparación con el de pantomima que teníamos anteriormente. La persona que lo diseñó es el hijo de Ray Harryhausen, uno de los que hizo “Clash of the Titans” y todas esas animaciones clásicas en las películas hollywoodenses en la década de los 50 y 60. Su hijo está siguiendo su legado, pero de una manera más moderna. Dado a que el nuevo Eddie es más alienígena y repugnante, queríamos que fuera más móvil y a la vez mucho más realista. Él también es muy bueno con los dedos, toca muy bien la guitarra pero también tiene su propia cámara, entonces tenemos el “Eddie Cam”, que por supuesto va directo a la pantalla. Uno puede ver lo que es estar en el escenario con Eddie, viendo todo desde su perspectiva, es bastante genial.
- Para cerrar, ¿qué podemos esperar del Final Frontier World Tour?
- Sangre, sudor y lágrimas, es lo único que puedo decir de eso, es lo que es.
Las entradas al concierto, que será teloneado por el clásico del thrash estadounidense Exodus, están a la venta por Ticketmaster.
GENTIELEZA TERRA
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