“Queridos fans, cuando James Kottak llegó a Dubái el 3 de abril, se metió en problemas en la aduana y fue arrestado. Lo que sea que ocurriera está fuera de nuestro control y hasta el momento desconocemos los detalles al respecto. Para los conciertos en Alemania, Johan Franzon, un batería sueco, ocupará el puesto de James. Gracias por la comprensión, los mantendremos informados”.

El batería, que había consumido cinco vasos de vino en el vuelo que le transportaba desde Moscú hasta la ciudad árabe, estaba acompañado de un amigo y declaró a la policía que acabó por error en la zona de tránsito cuando su intención era la de esperar al resto de amigos. En ella fue detenido por su estado de embriaguez, el cual puso de manifiesto por su conducta enfadada, ya que maldecía y juraba en arameo sin cesar. Según señalaron los testigos, Kottak comenzó a afrentar a pasajeros musulmanes, en particular paquistaníes, que estaban presentes, haciendo alusión a ellos como “musulmanes maleducados” antes de mostrarles ofensivamente su dedo corazón. Un oficial de policía declaró haberle escuchado hablar de un desagradable olor antes de insultar al Islam, lo cual le llevó a avisar a su supervisor para, finalmente, consumarse su detención. Otro pasajero aseguro que se tapó la nariz ante pasajeros paquistaníes y afganos y manifestó que ninguna manera iba a compartir viaje con ellos. “No hablaba a ninguna persona en concreto sino que hablaba en general. Estaba muy nervioso todo el tiempo y gritaba”, añadió el testigo, que refería que maldecía constantemente.
La policía ha acusado al batería norteamericano de haberse bajado los pantalones dejando al descubierto su trasero y exhortando a los transeúntes que se lo tocaran. Esto, al igual que las palabras que supuestamente gritó , ha sido desmentido por el batería, que contradiciendo a los agentes ha asegurado que no recuerda haber hecho nada de eso y solamente ha aceptado los cargos relativos a la ingesta de alcohol. “Solamente me levanté la camiseta para enseñar el tatuaje de mi espalda como un acto espontáneo”, ha asegurado, para después reafirmarse en que “de ninguna manera habría dicho frases así sobre los musulmanes, tanto estando borracho como no”. Sus alegatos no han sido suficientes para librarse de de una multa de 2.000 dinares, unos 392 euros, y de un mes a la sombra, el cual está a punto de cumplir ya que lleva bajo custodia desde el día de los hechos y este tiempo se descuenta de la condena.
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