Con el cabello largo, grandes bigotes y verrugas en el rostro a Ian "Lemmy" Kilmister, se veía y vivía como un héroe del hard rock. Fundó Motörhead en 1975 y continuó haciendo discos y presentándose con la banda de rock hasta su muerte.
Comenzaba cada concierto gritando "¡Somos Motörhead y tocamos rock and roll!".
El vocalista y bajista murió el lunes a los 70 años tras una breve batalla con un tipo de cáncer agresivo, dijo su agente Andrew Goodfriend. Kilmister supo de su diagnóstico sólo dos días antes, de acuerdo con un comunicado de la banda, en meses recientes había padecido otros problemas de salud.
"No podemos tratar de expresar la impresión y la tristeza que sentimos, no hay palabras", dijo la agrupación al anunciar la muerte en su página de Facebook. "Toquen Motörhead a todo volumen, toquen Hawkwind a todo volumen, toquen la música de Lemmy A TODO VOLUMEN. Tomen un trago o varios, compartan historias. Celebren la VIDA que este adorable y maravilloso hombre celebraba con tanta fuerza. A EL LE HABRIA GUSTADO EXACTAMENTE ESO".
Kilmister nació el 24 de diciembre de 1945 en Staffordshire, Inglaterra. Era considerado un maestro e innovador del rock, desde su época con la banda psicodélica Hawkwind a comienzos de los 70 a sus cuatro décadas con Motörhead, famosa por el himno de 1980 "Ace of Spades". En 2004 la banda ganó un Grammy a la mejor interpretación de metal.
Ozzy Osbourne lo calificó como "uno de mis mejores amigos".
"Se le extrañará con tristeza", escribió Osbourne en Twitter la noche del lunes. "Era un guerrero y una leyenda, te veré del otro lado".
Metallica tuiteó: "Lemmy, eres uno de los motivos principales por los que esta banda existe, siempre estaremos agradecidos por tu inspiración".
Numerosos rockeros más expresaron su dolor en las redes sociales, incluyendo el guitarrista de Queen Brian May, Geezer Butler de Black Sabbath, Nikki Sixx de Motley Crue y el baterista de Aerosmith Joey Kramer, quien tuiteó "RIP #Lemmy el cielo está roqueando hoy".
En un comunicado del martes, Alice Cooper dijo que Kilmister era "uno de los más queridos personajes del rock and roll. No puedo pensar en alguien que no adorara a Lemmy; no se puede decir 'heavy metal' sin mencionar a Lemmy".
La Academia de la Grabación también lamentó la pérdida y calificó a Kilmister como "un vocalista destacado y un verdadero ícono del heavy metal".
"Su presencia magnética en el escenario y su disposición para romper barreras llevó al género de metal a nuevas alturas e influyó a innumerables músicos en el proceso", dijo el presidente de la academia Neil Portnow en un comunicado. "Perdimos a un integrante dinámico de la comunidad musical".