Bon Jovi y Rihanna tocan juntos 'Livin' on a prayer'

Si hace poco se estrenaba el último vídeo de Slash, Beautiful dangerous, en el que el ex guitarra de Guns N’ Roses es acosado por una fan obsesionada con él y que es, ni más ni menos, Fergie, de Black Eyed Peas; el pasado sábado, en el ya famoso concierto del Circo Price de Madrid (un timo para muchos, porque sólo tocaron 75 minutos), fue otro rockero, Jon Bon Jovi quien se juntó con una diva pop: Rihanna. El cantante estaba en plena actuación de Bon Jovi, ante un recinto más reducido de lo habitual, cuando apareció sobre el escenario para cantar Livin’ on a prayer, ese éxito bombástico, la ahora gran heroína teñida de rojo, Rihanna.

En el arranque del tema, Richie Sambora, el guitarrista, usó su talk box (un cacharro, inconfundible para los seguidores de la banda, que permite modular el sonido de una guitarra, con la boca y un tubo), y poco después Jon dio saltos, con las manos al aire y colocadas sobre su entrepierna. Nadie pudo prever lo que pasaría entonces. Cuando iba a explotar ese estribillo lleno de laca, de los 80, sucedió: ahí estaba la chica con las piernas más largas del pop actual (y que le permitieron mirar por encima del hombro a Jon).  

Rihanna y Jon sonrieron con gozo, se miraron al cantar y se tocaron con discreción y cuidado (atención al minuto 3.19 del vídeo, debajo). Cuando llegó el punteo, Rihanna hizo un ademán de soltarse con una guitarra imaginaria, pero la furia rockera no acabó de llegar y después dio un giro, con cierto carácter seudo flamenco (su precioso vestido daba juego para ello), que tampoco terminó de desarrollar. El tema acabó con el público dándolo todo.