lunes, 21 de marzo de 2011

IRON MAIDEN ENVÍA SOLIDARIDAD A FANS DE LIBIA, EGIPTO Y JAPÓN


Seguidores de diferentes generaciones acudieron al llamado de la banda británica Iron Maiden, que se presentó en el Foro Sol de la Ciudad de México, en el marco del "The final frontier world tour 2011", desde donde envió un mensaje de solidaridad a sus fans de Libia, Egipto y Japón.
"Para nuestros seguidores en Libia, Egipto, pero sobre todo para la gente que está sufriendo en Japón, queremos decirles que estamos con ellos, que no están solos y va esto para todos", señaló el vocalista Bruce Dickinson antes de dedicar "Blood brothers", uno de los temas más coreados durante su actuación.
Casi 50 mil 500 gargantas cantaron y rockearon con las guitarras de Dave Murray y Janick Gers, la batería de Nicko McBrain y el bajo de Steve Harris, quienes aparecieron minutos antes de las 21:00 horas.
El público empezó a sentir la euforia cuando escuchó "Satélite 15... the final frontier", que forma parte de su álbum "The final frontier", para continuar con "El dorado" y "2 minutes to midnight", en la que por vez primera apareció "Eddie", icono de la banda, plasmado en un cielo galáctico que respaldaba una inmensa escenografía que emulaba una terminal aérea.
"The talisman", "Coming home", "Dance of death", "The trooper", "The wickerman" y "Blood brothers" causaron furor de los seguidores, muchos de ellos bebiendo cerveza, quienes no dejaron de levantar las manos y mover la cabeza, además de portar playeras de su grupo.
Aunque a la mitad de la ejecución de "When the wild wind blows" se dejó de escuchar el micrófono del cantante, mientras que los demás instrumentos empezaron a oírse bajos, provocando la rechifla de los presentes y gritos de inconformidad de quienes se encontraban en la parte de las gradas del recinto.
Pero todo continuó con normalidad en el tema "The evil that men do", al escucharse en las bocinas otra vez el sonido poderoso del grupo y seguir con "Fear of the dark", coreada de inicio a fin, y despedir con el himno homónimo de la organización europea, acompañada de "Eddie", de poco más de tres metros en el escenario.
La agrupación se retiró unos minutos para volver con un clásico de su repertorio, "The number of the best", que enloqueció nuevamente a las hordas de metaleros, quienes de la intolerancia por un mal sonido, pasaron a la conformidad y a los aplausos.
"Hallowed by the name" y "Running free" fueron el colofón y desenlace de una actuación más de Iron Maiden en el país, presentación que para muchos seguidores y especialistas se quedó corta con respecto a la antepasada visita.
Minutos antes de la aparición de la "Doncella de Hierro", la banda regiomontana Maligno fue la encargada de abrir el concierto y dedicó "The red witch", a Rita Guerrero, quien falleció el fin de semana pasado.

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